Reducción de los costes de producción: la automatización reduce las operaciones manuales y los costes laborales. Por otra parte, el control preciso de la automatización ayuda a reducir el desperdicio de materia prima y las tasas de defectos, lo que reduce aún más los costes.
Mejora de la calidad del producto: los equipos automatizados suelen tener una mayor precisión y consistencia, lo que garantiza la estabilidad y la fiabilidad de la calidad del producto. Esto es especialmente importante para los productos que requieren un mecanizado de alta precisión o estándares estrictos de control de calidad.